Sin que se entere mi santa esposa, que si no no habrá quien la aguante, pero la verdad es que Valencia se ha quedado preciosa, y en fechas como estas aún más.
Las siguientes fotos están hechas a pulso y con un ISO muy alto, para comprobar hasta donde es capaz de llegar mi Nikon, y la verdad es que estoy muy contento con el resultado.
Esta primera foto es del carrusel y del árbol de Navidad instalados en la plaza del ayuntamiento junto a la pista de hielo.
Hecha a pulso, simplemente apoyado en el stand de Kinder.
La segunda es de la puerta de la Catedral de Valencia, realizada totalmente a pulso, con un ISO de 4.000.
Si se amplía se nota bastante el ruido, pero para la pantalla del móvil no está mal.
Esta última foto de la serie es de la Iglesia de Santa Catalina, una de las joyas (tanto por fuera como por dentro) que tiene Valencia.
Está hecha a pulso, apoyando espalda contra espalda con mi esposa.
Más niños con abuela = Más fotos nocturnas. Esperemos que pronto.